Microempresas en Vallarta no llegan al lustro de vida
° Investigadores del CUCosta estudian los factores por los cuales siete de cada 10 negocios dedicados al comercio en el Puerto no alcanzan el quinto año de vida
Puerto Vallarta
Para impulsar un negocio no sólo se requiere interés, inversión y tiempo, ya que esto no garantiza su permanencia. De acuerdo con una investigación efectuada en el Centro Universitario de la Costa (CUCosta), 75 por ciento de microempresas del sector comercio en Puerto Vallarta no sobreviven los primeros cinco años a partir de su creación.
“Factores a considerar en el proceso de cambio hacia la permanencia empresarial de las microempresas del sector comercio de Puerto Vallarta, Jalisco”, es un proyecto que surge del problema de que en México faltan políticas para crear empresas vía incubadoras, destacó el investigador Manuel Ernesto Becerra Bizarrón, por lo que con el estudio buscan identificar lo que hacen las empresas con más de cinco años de vida para replicarlo.
Entre los factores que inciden en la corta para no la sobrevivencia, detectaron la ausencia de visión estratégica, así como un inadecuado manejo de las funciones administrativas.
Los micro empresarios “se enfocan más a qué hora van abrir y cerrar la empresa o si está limpio, pero no a cuestiones que le generan valor, por ejemplo, la satisfacción del cliente, pertenecer a cámaras y clúster empresariales, buscar convenios con empresas más grandes”, afirmó Becerra Bizarrón.
“Qué sucede con esto: que descuidan costos, que no analizan márgenes de seguridad o de utilidad bruta y hay una confusión tremenda entre los ingresos por venta y las ganancias”.
Luz Amparo Delgado Díaz, jefa del Departamento de Estudios Administrativo-Contables, informó que de las mil 160 empresas del sector comercio en Puerto Vallarta, tomaron una muestra de 350, con la cual hicieron 182 encuestas que arrojaron que en su permanencia influye la atención al consumidor.
“Si una empresa no le da una atención idónea al consumidor, éste no regresa y a la larga disminuye sus ingresos. Esto no sólo se da entre los micros empresarios, sino también en los grandes”.
Delgado Díaz comentó que 55 por ciento de las empresas desaparecen en los tres primeros años de vida. “Luego siguen las que desaparecen a los cinco años, que es otro 20 por ciento”, por lo que consideró que falta apoyo para mantenerlas en el mercado.
Los gobiernos “no están apoyando a las empresas ya establecidas. Éstas tienen que acceder a créditos bancarios”, cuyas tasas de interés son muy altas.
Delgado Díaz añadió que se requiere una mayor capacitación sobre servicio al cliente, facilitar la obtención de créditos blandos o proporcionar apoyos del Instituto Nacional del Emprendedor, a fin de lograr la permanencia en el mercado.
Uno de los elementos presentes en Puerto Vallarta es el alto costo de la renta de los locales. Los propietarios, en un mes de renta, quieren sacar lo de tres, ya que es el mes de depósito, el mes de anticipo, el mes que cursa, por lo que el costo de la renta varía entre los 50 mil y hasta 200 mil pesos.
Georgina Dolores Sandoval Ballesteros indicó que el fenómeno no sólo se presenta en México, sino en otras naciones de Latinoamérica, como Argentina, Colombia o Perú.
“Parte de lo que identificamos en el estudio es que el empresario, en los primeros tres o cinco años, se dedica a la operación y a cómo vende, sin visualizar el futuro inmediato, su mercado y evolución”.
Sandoval Ballesteros, encargada del Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor, consideró que falta una cultura empresarial, capacitar en temas como liderazgo, empoderamiento, sin ver esta educación como un gasto o una pérdida de tiempo.
El proyecto es realizado por los tres académicos desde finales de 2016, con el apoyo de alumnos del Verano de la Investigación Científica y Tecnológica del Pacífico, del Programa Delfín.
En mayo pasado el proyecto obtuvo una distinción como la mejor ponencia de las 45 presentadas dentro del Congreso de la Academia de Ciencias Administrativas, coordinado por la Universidad de Sonora, en Hermosillo.
Una de las metas es presentarlo a las cámaras empresariales para que tomen en cuenta sus resultados