Médicos de IMSS prospera Nayarit salvan la vida de siete menores con problemas de desnutrición
- Para este gran logro de salud, fue fundamental la red de agentes comunitarios del programa, toda vez que ellos conocen sus usos y costumbres.
Tepic, Nayarit
“Hermelinda, una niña de un año y tres meses de edad llegó con un peso de 7 kilos 200 gramos y ya pesa 8 kilos 450 gramos. Fue un cambio total desde que llegó, mejoró su personalidad, su aspecto físico, ella no caminaba y ahora ya realiza pasos pequeños; a esa edad su peso debería ser entre 11 o 12 kilogramos” informó el médico coordinador de la zona norte del Programa IMSS Prospera, Miguel Ángel Cruz.
Explicó que la menor es una de siete niñas y niños de la etnia Cora con problemas severos de desnutrición de la comunidad de Lindavista en el Municipio serrano del Nayar, que gracias al trabajo coordinado de agentes comunitarios y personal médico del Programa IMSS Prospera en Nayarit, se logró el rescatar y brindarles una atención oportuna que salvó sus vidas.
“Los menores fueron trasladados desde su comunidad, ubicada en el corazón de la Sierra Madre Occidental, al Hospital Rural No. 22 del Programa IMSS Prospera en San Cayetano, Municipio de Tepic, en donde se les brindó una atención multidisciplinaria que permitió que seis menores regresaran a su comunidad recuperados en su totalidad, mientras que tan sólo Hermelinda continúa siendo atendida con avances muy significativos”, narró el médico.
Destacó el coordinador que en el Hospital Rural de San Cayetano se cuenta con un equipo de estimulación temprana, el cual permitió que las niñas y los niños con déficit neurológico severo y secundario a la desnutrición, tuvieran un avance sustancial.
Señaló el especialista que la única niña que queda de los atendidos, continúa en estancia hospitalaria, sin embargo su avance es muy favorable por lo que de continuar así, en próximos días se podrá realizar su alta médica y regresar junto con sus padres a su comunidad.
Resaltó en estos logros la labor de los agentes comunitarios, “ellos hablan su lengua materna, acuden a las casas de las familias a ver en qué condiciones viven, si potabilizan el agua, si ven niños desnutridos, así como si un niño no recibió un control de vacunación, nos ayudan a llevarlo a la Unidad Médica Rural para poder darle una atención y si es necesario una atención de segundo nivel, se hace lo necesario para trasladarlo, por ello su apoyo fue fundamental para rescatar a estas niñas y niños”.
Al respecto, la pediatra del Hospital Rural de Segundo Nivel No. 22 del IMSS, Adriana Lara Origel, señaló que las condiciones nutricionales con las que fueron recibidos los pequeños no fueron las óptimas, “realizamos una evaluación multidisciplinaria respecto al desarrollo neurológico en donde encontramos un retraso muy importante”.
“A cada niño de forma individual de acuerdo a su condición de ingreso, se le realizó una medición de peso y talla, perímetro cefálico y otras mediciones antropomédicas, y de acuerdo a los resultados, se desarrolló un plan nutricio el cual se llevó paulatinamente para evitar otras complicaciones secundarias, ya que estos niños tuvieron una serie de deficiencias de vitaminas, proteínas, minerales y calorías muy severas, con las cuales tuvimos que ser muy cautelosos para evitar un síndrome de realimentación”, señaló la pediatra.
Explicó que el síndrome de la realimentación son alteraciones que se producen por desequilibrios hidroelectrolíticos, que son modificaciones en la glucosa, potasio, sodio, que pueden ser severos, incluso hasta mortales; es el principal riesgo en niños con una desnutrición tan severa como el caso de estos niños atendidos, que afortunadamente estas complicaciones no surgieron en estos menores atendidos.
Finalmente reiteró que en el programa IMSS Prospera se promueve el enfoque preventivo, lo que permite un trabajo conjunto entre agentes comunitarios y personal médico que rinde frutos sustanciales. La desnutrición trae consigo un retraso psicomotor, enfermedades frecuentes como infecciones respiratorias, diarreas, incluso, llegar a la muerte, por ello el trabajo en equipo logró impedir estas complicaciones y salvar la vida de los menores.