Pacto global
Por Carmina López Martínez
Advierten investigadores y activistas medio ambientales, de continuar la depredación de recursos naturales el calentamiento global continuará hasta ser irreversible y el mundo se defenderá del ser humano.
Por dos décadas varios expertos buscaron cerrar un pacto global para lograr enfrentar los efectos del cambio climático, lo cual finalmente se obtuvo con el Acuerdo de París –que entró en vigor el pasado 4 de noviembre- donde 195 naciones ratifican su compromiso de asegurar el bienestar de la humanidad y construir ciudades conscientes del actual problema medioambiental. A diferencia del Protocolo de Kioto que solo exigía a países desarrollados reducir sus emisiones de carbono, éste entró en vigor después de siete años y 10 meses.
Por ello considero un acto histórico que a 11 meses el Acuerdo de París obtuviera tal relevancia en las dos potencias mundiales y máximas contaminadoras, me refiero a China y Estados Unidos; seguidos de la India como la tercera emisora de contaminantes más grande del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no pierde su fe en la humanidad, sus líderes saben que la población más pobre recibirá el primer impacto sino se logra una transición a corto o mediano plazo que garantice la protección de sus derechos.
Urge sobremanera detener la deforestación; tan sólo en Indonesia –uno de los países más corruptos del mundo- se queman hectáreas completas de bosques para el cultivo de palmas aceiteras que se usan para la elaboración del óleo más barato del mundo. Con ese producto varias empresas multinacionales llegan a millones de hogares como Quaker, Doritos, Pepsico, Burger King y otras marcas comercializadas en Estados Unidos y Europa. La mayoría de alto consumo en el mercado global.
En otros países con problemas de inseguridad o pobreza como la India con 300 millones de personas sin electricidad –casi equivalente a la población total de EUA- que utilizan la biomasa (una especie de torta de heces de vaca secas) para cocinar sus alimentos; proveer a esa cantidad de personas de los servicios básicos posterga los planes de ese gobierno para invertir en otro proyectos para generar energía eólica y solar. Tal como sucede en Alemania, Suiza, España, Holanda, Dinamarca y Suecia con su ambicioso proyecto de convertirse en el primer país libre 100% libre de combustibles fósiles. Por lo que respecta a México el 20 por ciento de la energía proviene de la solar y eólica, la transición es irrefrenable.
En los últimos 35 años China se industrializó y alcanzó niveles de contaminación sumamente agresivos para sus habitantes, es triste ver en imágenes a niños y ancianos obligados a salir de sus hogares con cubre bocas y otros artículos para evitar problemas graves de salud. En esta nación asiática existen cerca de 9 mil grandes fábricas vigiladas permanentemente por ciudadanos a través de una aplicación en sus teléfonos inteligentes. Pero observar no es suficiente para el gobierno chino, con ingeniería de alto nivel construye y protege el futuro para su pueblo y ese me parece, debe ser ejemplo para el resto de los líderes mundiales con su misión de preservar la vida de todos.
La desinformación e inconsciencia se esparce como la peste en la Edad Oscura; los bosques, selvas, la atmósfera, océanos, montañas con las criaturas que los habitan perecerán como sucedió hace millones años, pero la vida se abrirá camino con un sentido ajeno al que hoy hemos adoptado por el materialismo. National Geografic con su nuevo documental “Before de flood” (Antes que sea tarde, en su versión en español) detalla la catastrófica realidad en varias partes del mundo y cierra la vereda de todos los incrédulos, la mayoría pertenecientes a los que por generaciones han usufructuado para beneficio propio, ellos recogerán las cenizas de lo que la biósfera les herede.
*Comunicóloga y responsable del área de publicaciones de la Universidad del Valle de Atemajac, Campus Puerto Vallarta.