El veneno de abeja podría combatir al cáncer
Algunos venenos, de abeja, serpiente y escorpión, podrían constituir la base para una nueva generación de fármacos destinados a la lucha contra el cáncer. Una de las últimas novedades en esta interesante línea de investigación es lo descubierto por el equipo de Dipanjan Pan, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos.
Estos científicos han ideado un método para dirigir específicamente ciertas proteínas de veneno contra células cancerosas, dejando intactas a las sanas, lo que reduce o elimina los efectos secundarios que las toxinas de otra forma tendrían.
Pan y sus colaboradores han utilizado de forma segura toxinas de veneno en diminutas partículas de tamaño nanométrico para tratar células de cáncer de mama y de melanoma en el laboratorio. Estas partículas, que se camuflan respecto al sistema inmunitario, llevan la toxina directamente a las células cancerosas, evitando así daños a las células sanas.
El veneno de serpientes, abejas y escorpiones contiene proteínas y péptidos que, cuando son separados de los otros componentes y se prueban de forma individual, resulta que pueden enlazarse a las membranas de las células cancerosas. Esa actividad podría potencialmente bloquear el crecimiento y la propagación de la enfermedad, a juzgar por las conclusiones de otros científicos en investigaciones previas.
En el nuevo estudio, el equipo de Pan se centró en una sustancia llamada melitina, presente en el veneno de la abeja, que evita que las células cancerosas se multipliquen. Las abejas fabrican tan poco veneno que no es factible extraer y separar la sustancia una y otra vez para las pruebas de laboratorio o para un uso clínico posterior. Esa es la razón por la que los científicos han sintetizado la melitina en el laboratorio.