Tendrá Jalisco laboratorio para la calidad del aguacate
- Las obras que se realizan en Zapotlán El Grande llevan avance de 80 por ciento
Guadalajara, Jalisco
Con el fin de contar con infraestructura especializada que garantice la calidad e inocuidad del aguacate jalisciense, autoridades y productores habilitan un laboratorio de vanguardia en el municipio de Zapotlán El Grande, lo que marca un nuevo avance en la consolidación de esta cadena productiva.
Para la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER) de Jalisco se trata de una obra prioritaria, cuya infraestructura apuntalará al sector, ante la próxima determinación del Gobierno de Estados Unidos de admitir la exportación directa, como ocurre con el producto de Michoacán desde 1997.
Al momento, la construcción presenta un avance de 80 por ciento en su etapa inicial, en la que se han invertido 11 millones de pesos, 70 por ciento de recursos en concurrencia estatal y federal, el resto en aportaciones de los mismos productores.
La decisión de instalar el laboratorio se tomó al interior del Sistema Producto Aguacate-Jalisco, a fin de responder a los exigentes retos de la trazabilidad (control de la fruta desde su plantación hasta su lanzamiento al consumo), tal como ya lo hacen otros grupos de exportadores, confirmó el director de la Asociación de Productores Exportadores de Aguacate de Jalisco (APEAJAL), Ignacio Gómez Arregui.
En dichas instalaciones funcionará equipo moderno para el análisis de residuos de plaguicidas utilizados en la producción aguacatera, y con ello asegurar la calidad sanitaria de la fruta.
Además, el sitio tendrá capacidad para dar soporte técnico a los agricultores de distintos cultivos de las regiones Sur y Sureste, como hortalizas, caña y berries. Incluso podría apoyar a productores de papaya del vecino Estado de Colima.
Certificación de huertas
Otro punto relevante en la agenda económica del aguacate en Jalisco es el avance en la certificación de buenas prácticas agrícolas en cada huerta, según los parámetros que marcan tanto las empresas certificadoras reconocidas y como el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria del Gobierno Federal (Senasica).
Y es que además conseguir las certificaciones gubernamentales, las empresas aguacateras también recurren a las acreditaciones de organismos privados para hacer valer ante sus clientes externos las buenas prácticas agrícolas en el manejo de las plantaciones de esta fruta que cada vez más se consolida como uno de los cultivos más dinámicos del campo jalisciense en los años recientes, explicó Gómez Arregui.