Si tu hijo tiene entre 1-3 años estos 6 tips te ayudarán a cuidar su pancita
Si ya has escuchado a tu pequeño decir: “me duele la pancita”, entonces conoces perfecto la sensación de urgencia que las mamás sentimos por querer averiguar lo que tiene para poder curarlo inmediatamente.
Y es que las enfermedades estomacales, como la diarrea o la acidez, son de los problemas más comunes que sufren los niños menores de 5 años, principalmente entre los 1 y 3 años. Esto en gran parte debido a que su sistema inmunológico aún no se encuentra lo suficientemente fuerte como para evitar que las bacterias o parásitos los afecten.
#1 Procura que coma alimentos sanos
Proporcionarle a tu pequeño una dieta con alimentos saludables es una de las maneras más eficaces de lograr que tenga un estómago y sistema inmunológico resistente a diversas bacterias. Entre los alimentos que debes incluir se encuentran:
- Comidas bajas en grasa, altas en carbohidratos con fibra como la pasta integral, arroz, panes y cereales integrales.
- Frutas. Entre las mejores para la ayudar a una buena digestión de la pancita de tu hijo están la papaya, manzana, ciruelas pasas y pera.
- Verduras. Principalmente aquellas de hojas verdes son buenas para el estómago porque contienen vitamina A, C y K y ácido fólico.
- Probióticos. Son microorganismos vivos, generalmente bacterias, que son similares a los que se encuentran en el tracto gastrointestinal y que ayudan a proteger el estómago. Estos los puedes encontrar en productos como la leche de crecimiento o especial para niños.
#2 Evita alimentos que no son adecuados para su edad
Así como existen alimentos que son buenos para el estómago de tu pequeño, hay otros que definitivamente en esta edad, de 1 a 3 años, deberías evitar que consuma, principalmente porque son irritantes. Algunos de ellos son:
- Café.
- Refrescos o bebidas con grandes cantidades de endulzantes artificiales.
- Comidas fritas (o cualquiera que tenga grandes cantidades de grasa).
- Comida de la calle.
Es importante que sepas que ingerir comidas abundantes puede causarle calambres y diarrea a tu pequeño y en general afectar el funcionamiento de su estómago. Por ello es que se recomienda servir porciones pequeñas y procurar que coma con frecuencia, al menos 5 veces al día.
#4 Dale de beber mucha agua
Aunque pueda parecerte complicado lograr que tu pequeño consuma 6 vasos de agua al día, debe hacerlo, ya que esto ayudará a que la función intestinal de su pancita se mantenga saludable. Este hábito también es importante para que se mantenga hidratado durante el día.
#5 Lava sus manos frecuentemente
Las manos de tu pequeño están la mayoría del tiempo llenas de gérmenes, los cuales son causantes de muchas enfermedades estomacales, y cómo no si en esta etapa de su vida se la pasa explorando y agarrando todo lo que está a su paso.
Por eso es que lavar sus manitas es una de las primeras formas de defensa que le brindas a tu pequeño contra la propagación de bacterias. Al hacerlo utiliza jabón antibacterial y frota durante 20-30 segundos, tanto las palmas como entre los dedos y las muñecas.
#6 Llevalo al doctor
Si bien la mayoría de las veces, el dolor de estómago y otras enfermedades estomacales desaparecen por sí solos (o con remedios caseros), hay ocasiones en que éstos son señales de problemas más serios, como la enfermedad inflamatoria intestinal y otras alergias.
Por ello es importante que si notas que tu pequeño se enferma muy seguido del estómago, acudas con un especialista para que, de ser necesario, le recete un tratamiento que lo ayude a mejorar la salud de este órgano y sobre todo descarte cualquier otra anomalía.
Debes estar segura de que aunque tu pequeño ya se siente un niño grande, aún existen muchas cosas que lo afectan a él y a su pancita, por ello brindarle los nutrimentos adecuados y enseñarle ciertos hábitos de higiene serán tu mejor manera de cuidar su bienestar.
Fuente: imujer.com