Eventualmente, Ryan y Blake volvieron a organizar una segunda boda más íntima, en su propio hogar, pero eso no consiguió hacerles olvidar “la profunda vergüenza” que ambos sentían y que solo han empezado a mitigar asegurándose de no volver a cometer nunca “un error de tal magnitud”.
“Algo así puede conseguir que te encierres en ti mismo o te replantees las cosas y decidas hacer algo al respecto. Eso no implica que no vayas a equivocarte de nuevo en un futuro, pero remodelar y enfrentarse al condicionamiento social que hemos recibido durante todas nuestras vidas es un trabajo que nunca termina”, afirmó.