Nacieron con estrella y ahora la moda los hace brillar
Nacieron con estrella y ahora la moda los hace brillar: hijos de famosos fichan por grandes marcas, que aprovechan su glamur y sus hordas de seguidores en las redes sociales.
La casa Dolce&Gabbana reunió recientemente a varios de ellos en Milán: el hijo de Jude Law, las hijas de Sylvester Stallone, la hija de Lionel Richie, el nieto de Bob Dylan o el hijo de Cindy Crawford se pasearon por la pasarela en un show bautizado “Príncipes”.
Este mismo miércoles, la hija de Michael Jackson, Paris, participó bajo la Tour Eiffel en una sesión de fotos para la revista Harper’s Bazaar.
Y la de Johnny Depp y Vanessa Paradis, Lily-Rose, es imagen de Chanel, como también la del actor Will Smith, Willow.
La lista de estos “milenials”, célebres por ser hijos de modelos, cantantes o actores, es interminable: la hija del cantante Noel Gallagher, el hijo de Isabelle Adjani y Daniel Day-Lewis, el de Pierce Brosnan, la de Sean Penn, los hijos Beckham…
El fenómeno responde a “una fascinación popular por las tribus y las familias: solo hay que ver el ejemplo de las Kardashian”, subraya Gachoucha Kretz, profesora de “marketing” de la moda y el lujo en la Escuela de Comercio HEC de París.
Para las firmas de moda, recurrir a un nombre ya conocido, convertido en “marca personal” es un valor seguro, asegura Kretz. “Hay menos trabajo” de promoción.
– ”Nueva aristocracia” –
El interés también es captar un nuevo público: “Cuando Chanel exhibe a Vanessa Paradis y a su hija, una permite la identificación de los cuarentañeros, y la otra atraer a la generación un poco más joven”, afirma esta experta.
Estos jóvenes son además muy influyentes a través de las redes sociales, donde son muy activos. Con solo 17 años, Brooklyn Beckham cuenta con nueve millones de seguidores en Instagram.
“La prensa del corazón adora estas historias familiares y esto garantiza una cobertura mediática”, asegura la periodista Aurore Gorius, coautora del libro “Fils et filles de. Enquête sur la nouvelle aristocratie française” (Hijos e hijas de Investigación sobre la nueva aristocracia francesa”), de 2015.
“Les vemos crecer a través del prisma de los medios, queremos saber en qué se convierten”, analiza.
La especialista de tendencias Cecile Poignant, profesora en la escuela de moda Parsons de París, constata desde hace varios años que “los niños son considerados estrellas”.
Empezó con la actriz Demi Moore cuando posó embarazada desnuda en la portada de Vanity Fair en 1991. “Y para un buen número de modelos o famosos, el niño se ha convertido un poco en un accesorio de moda, un valor agregado”.
¿Cuáles son los riesgos de este modelo de éxito basado en las raíces familiares y no en el mérito?
Se trata de algo “excluyente que puede ser disuasivo” para el gran público, asegura Marie Richaud, una estudiante del Instituto Francés de la Moda, de 25 años, que sigue en Instagram a varios hijos de estrellas.
“Estos hijos que lo tienen todo desde que nacieron causan sensación pero al mismo tiempo pueden enojar”, juzga Poignant. “¿Hay talento detrás? Veremos quiénes seguirán ahí a largo plazo”.
Fuente: El Informador