Los Recuerdos de la Ira y La Feria en el XVII Encuentro de Teatro del Interior.
Tepic, Nayarit.
Wendy Díaz.
Los amantes del teatro están disfrutando como nunca en Puerto Vallarta el XVII Encuentro de Teatro del Interior. Día a día, cientos de espectadores se dan cita a las dos sedes, el Teatro Vallarta y el Centro Cultural Cuale en busca de historias, imágenes y actuaciones de buena calidad con los grupos de teatro de diez municipios que se presentan en la ciudad.
El viernes 30 de mayo, a las 18:00 horas, en el Centro Cultural Cuale se exhibe “Los Recuerdos de la Ira”, escrita por Víctor Manuel Castillo, dirigida por Modesto Hernández e interpretada por el grupo de Teatro de la Ciénega de Ocotlán. Con las actuaciones de Diego Morado y Salvador Ortega, acompañados, a manera de corrido mexicano revolucionario, por la guitarra y la voz de Oscar Ascencio.
En “Los Recuerdos de la Ira” los personajes son los fantasmas de la Revolución, una reflexión con humor negro ante la lucha en vano del pueblo. Francisco Villa y Emiliano Zapata regresan de la tumba, aterrizan de su viaje desde el infierno en una cantina. Critican al mal gobierno y la iglesia, y tratan de encontrar en los símbolos y los actos, restos de lo que fue la causa por la que lucharon. Una evocación de 1916 donde en la Casa de los Azulejos, se encontraron los dos Generales.
Al terminar la función, hay el tiempo suficiente para trasladarse al Teatro Vallarta, a las 20:00 horas y presenciar la puesta en escena “La Feria”, obra del escritor Juan José Arreola. Bajo la dirección de Alfredo Padilla Gómez y el grupo de teatro Odisea conformado por Ariel Padilla, Benjamín Magaña, Agripina Santana, Alfredo Padilla entre otros; quienes al igual que el creador de “La Feria”, son originarios de Zapotlán el Grande.
La obra presenta fragmentos de la trama original. De la realidad a la ficción surgen voces y acciones de un pueblo del sur de Jalisco que lleva año con año una feria, su gran fiesta donde se desarrollan todas las acciones. Los Personajes de Juan José Arreola nos permiten encontrar rasgos de nuestra identidad y en la escena somos el eco de su voz, regresando mucho de lo que nos brinda el autor y ese espacio geográfico.