Los irrepetibles
Puerto Vallarta
Por J. Mario R. Fuentes*
A la memoria de un periodista
por su legado; descanse en paz,
Ricardo Mendoza Solís
No estará más Fidel entre nosotros.
A los que admiramos esa revolución cubana, ejemplo de entereza y valentía, nos queda el recuerdo de un gran ser humano irrepetible como lo será el comandante Fidel Alejandro Castro Ruz.
El significado de sus ideas, sus análisis críticos de lo que es el mundo actual siempre incomodó a las naciones poderosas y alimentó la esperanza de los pobres.
Queda la moneda en el aire para la emblemática Isla de Cuba.
De las declaraciones de Raúl Castro se recoge esa en la cual aseguró no mantener la intención de reelegirse una vez que concluyera su mandato.
Evidencias de que fue Fidel Castro un líder nato que vio caer el muro de Berlín y ahogarse la llamada URSS. Testigo de historias diversas, supo que el socialismo por el que lucharon diversos revolucionarios en varios países, como él lo hizo en Cuba, se desdibujó en gran parte del mundo.
Él supo porque restringió libertades y vigiló la revolución de cerca con base en una censura aplicada a los medios de expresión. No fue para menos, se cuentan más 600 atentados contra su vida. Un pueblo que sufrió como él, hambre, encarcelamiento, espionaje y ausencia de libertad.
Las revoluciones cambian a sus protagonistas, Fidel Castro no fue la excepción.
Cuando Nicolás Maquiavelo acuñó su frase “el fin justifica los medios” nunca pensó que habría demasiado sufrimiento cuando se aplicara en un contexto como el cubano, plagado de necesidades e injusticias, peores que las que derivaron de la revolución.
Pertenecí a la generación de “universitarios revolucionarios”. Leí obras de K. Marx, V. I. Lenin, A. Gramsci, Mao Tse Tung, así como otras tantas, no me arrepiento porque eso me llevó a comprender la filosofía basada en el respeto a los derechos humanos.
Cuando me enteré de que el comandante Fidel Castro había muerto me invadió la tristeza; en un momento de mi vida lo reconozco, fue motivo de inspiración, sobre todo porque vi como una isla desafiaba a la potencia más poderosa del mundo, la valentía de un pueblo encarnada en un solo hombre; aunque habrá que reconocer el arrojo de los barbudos y de tantos héroes anónimos que hicieron lo propio para quitarse el yugo del dictador Fulgencio Batista.
Aunque Fidel Castro fue otro dictador que no convencía en el Siglo XX sí consumó a un ser deleznable como Batista títere de los Estados Unidos, entreguista que jamás realizó lo que el comandante que fue abatir el analfabetismo, dar salud a una población menesterosa, preocuparse por la investigación científica, por el deporte, fuera de los concursos de belleza y competiciones impulsadas por la mercadotecnia y manipulación del modelo capitalista. Todo sin considerar la ferocidad yanqui que se desató por más de 50 años contra la isla.
El poder nunca mareó al comandante Fidel, jamás se subió a un “tabiquito” por esa razón te digo ¡HASTA SIEMPRE COMANDANTE!
*Egresado de la UNAM, maestro universitario desde 1979, fue investigador del ICS, conferencista, articulista, inició su trabajo periodístico en la Revista Proceso, jefe de corrección primera plana de diario El Nacional, reportero y columnista; galardonado en varias universidades del país, 21 años trabajó en el sector público y conformó el SNIM en la Coordinación de Productos Básicos de la Presidencia de la República, se integró a la Univa en 1989 como catedrático investigador, cofundador del IDEO-UNIVA actualmente es coordinador de Comunicación y Publicaciones y del Consejo Universitario de esta Casa de Estudios en Puerto Vallarta.