Ivanka Trump sí ama a los mexicanos
Años antes de que su padre se convirtiera en presidente de Estados Unidos y enemigo mediático de nuestro país, Ivanka, la única hija del primer matrimonio del magnate, tenía un lugar favorito: México.
En Chichén Itzá, entre cenotes, hamacas y hoteles de lujo, vacacionó junto con su pequeña hija. En más de una ocasión se declaró amante de México, de sus playas, incluso de su gente: Ivanka apoyó e impulsó un proyecto de paz realizado en Nueva York por gente originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Luego de su primera visita a México, Ivanka recomendó el proyecto ProjectPaz, una organización que buscaba promover la paz en Ciudad Juárez, durante el tiempo en que la guerra entre los cárteles de la droga había dejado más de tres mil 100 asesinados en la urbe fronteriza.
El 21 de mayo de 2010 fue una de las primeras visitas de Ivanka a México. Cerca de las 10:00 de la mañana, anunció en su cuenta de Twitter: “Justo aterricé en México”. La idea de la joven, entonces de 29 años, no era sólo la de una turista estadounidense más, sino la de una empresaria global.
En un artículo publicado por la revista GQ en 2007 y titulado “El plan de Ivanka Trump para la dominación mundial”, la hija mayor del magnate y presidente estadounidense dejó saber que la mirada de su padre era poca cosa para sus planes futuros. Reveló que a su papá no le interesaba viajar, su mirada se centraba sólo en dominar Nueva York. Sin embargo, ella y sus hermanos piensan en el mundo.
“Nuestra misión es llevar la marca a niveles internacionales y globales, y realmente crecerla, no sólo fuera de Nueva York, fuera de América, y realmente alrededor del mundo”, dijo Ivanka, entonces de 26 años.
En la misma entrevista, la joven comentó que su única intención en México había sido la de construir edificios.
“La única cosa que hago en México es construir edificios. Justo acabamos de anunciar un nuevo proyecto ahí”, respondió a la pregunta del reportero, quien buscaba aclarar el más reciente chisme sobre si se había operado los senos en México.
El proyecto al que se refería Ivanka era el Trump Ocean Resort Baja Mexico, una construcción de tres torres con 16 pisos cada una, y la cual prometía una vida de lujo y exclusividad entre albercas, spa, canchas de tenis y cenas de alta cocina. Un proyecto ambicioso.
Ivanka Trump fue una de las primeras en comprar el proyecto de 525 unidades, 17 hectáreas con vista al mar, en el área de Punta Bandera, a medio camino entre Playas de Tijuana y los campos de golf de Real del Mar.
Pero lo único que quedó del Trump Ocean Resort fue un gran hoyo en el suelo y millones de dólares perdidos. El proyecto se topó con dificultades financieras y se vino abajo como resultado de una burbuja de vivienda que explotó en 2008. Para marzo de 2009 había sido descartado. Ese mismo año, más de 69 compradores potenciales demandaron a Donald Trump. Afirmaban haber pagado casi 20 millones de dólares por 71 unidades.
Para algunos, este es el origen de la actitud actual de Trump hacia México: podría ser que el presidente no esté buscando el bien del país que ahora lidera, sino una venganza por sus negocios fallidos.
Según analistas políticos, Ivanka ha sido una de las personas más importantes en la carrera de Trump, por ser “lo contrario de su padre”, como escribió el diario The Independent.
En Twitter, la hija del magnate ha hecho comentarios sobre migrantes. “Nos encanta esta historia de un indocumentado que trabajó fuerte en Wall Street”, escribió en marzo de 2015.
A pesar de representar lo opuesto a él, Ivanka ha sido fiel a su padre. Si el presidente ha decidido distanciarse de México, ella, de una manera más silenciosa, ha seguido la orden.
Su última visita a México fue en 2012, a los cenotes de Chichén Itzá, donde pasó un fin de semana junto a su hija Arabella. El 5 de abril de aquel año anunció de nuevo su llegada a tierras mexicanas: “Aterrizaje en #Mexico. Entrando en caliente!!! (luego de una caída penosa sobre mi trasero frente a la entrega de equipaje) #ItHappens”, escribió en su cuenta de Twitter.
Fuente: El Informador