Huelga de conductores de autobuses dificulta el transporte hacia el estadio Mane Garrincha.
Los conductores de autobuses de Brasilia iniciaron este sábado una huelga por cuestiones salariales que dificultó el transporte hacia el estadio Mane Garrincha, donde Argentina y Bélgica se enfrentarán en los cuartos de final del Mundial.
Los trabajadores explicaron que la huelga fue declarada por un alegado incumplimiento de las empresas en un aumento salarial del 20 por ciento acordado el mes pasado y que debía haberse hecho efectivo en los pagos que recibieron esta semana, relativos a junio.
El presidente del sindicato que agrupa a los chóferes, Jorge Patrocínio, garantizó que los trabajadores cumplirán con la ley que regula los servicios públicos y obliga a mantener al menos un 30 por ciento de los autobuses activos.
No obstante, unas tres horas antes del inicio del partido, eran muy pocos los ómnibus que circulaban por la capital.
Las autoridades del gobierno regional han dicho que han reforzado el servicio con autobuses propios, pero en la terminal de transporte de la ciudad esta mañana se observaban inmensas filas de personas a la espera de transporte.
Según informó la Secretaría de Transporte del Distrito Federal de Brasilia, se ha puesto en marcha un “plan de emergencia” a fin de garantizar el transporte de los aficionados hacia el estadio.
A la capital brasileña han llegado para asistir al partido miles de hinchas argentinos, que en su mayoría se han trasladado por tierra, en sus propios automóviles, y han acampado en los parques de un centro de convenciones vecino a la Granja do Torto, una zona campestre situada en las afueras de la ciudad.
Las autoridades han dispuesto un servicio de autobuses públicos, que responde al Gobierno regional y no a los sindicatos, entre ese centro de convenciones y el estadio Mané Garrincha, con lo cual se espera que los aficionados argentinos puedan trasladarse sin mayores problemas. (EFE)