Evitar obesidad y sedentarismo reduce riesgo de várices.
Para prevenir el desarrollo de várices es recomendable que las personas mantengan un peso adecuado, usen medias de compresión suave y realicen ejercicio a fin de activar la circulación sanguínea en las piernas, recomendó Miguel Ramos Treviño, angiólogo adscrito al Hospital General de Zona número 24, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El especialista advirtió que realizar actividades de pie o sentado por mucho tiempo, así como usar tacones muy altos favorece la acumulación de sangre en las piernas (estasis venosa), lo cual influye en el desarrollo de las várices y que éstas se implanten en los tejidos subcutáneo o adiposo, debido a la presión sanguínea sobre las paredes de venas y válvulas.
Por ello, aconsejó hacer algunos ejercicios al estar sentado, por ejemplo, juntar los talones y separar la parte delantera del pie, abrirla y cerrarla consecutivamente en repetidas ocasiones durante la jornada laboral, de ser el caso.
Otro de los ejercicios es apoyar el talón y subir la punta del pie en forma repetitiva, y en caso de pasar mucho tiempo de pie, caminar sobre los talones y de puntillas de manera alternada durante el día.
El especialista del IMSS explicó que la presencia de várices en las piernas es consecuencia de la dilatación excesiva de las venas por la incapacidad de retorno de la sangre al corazón, lo que provoca que la piel se oscurezca a nivel de los tobillos y posteriormente cause úlceras varicosas o inflamadas, consideradas la mayor complicación venosa.
Estas dilataciones permanentes de las venas pueden ser muy pequeñas, como hilos parecidos a las patas de araña o, en grado extremo, muy anchas e inflamadas que parecen racimos serpenteantes, puntualizó.
Añadió que la inflamación, calambres o pesadez en las piernas –siempre en horas de la tarde– son signos que suelen acompañar este padecimiento que afecta principalmente a las mujeres (seis de cada 10), por estímulo hormonal o factor hereditario, pues hay casos de niñas con várices.