Esto es lo que pasa en tu cuerpo cuando dejas de vapear
Los vapers y cigarros electrónicos, llegaron para quedarse, como una alternativa “menos agresiva” y más divertida de “fumar”, sin embargo, no es del todo inocente. Si llevas tiempo vapeando, conoce lo que pasa en tu cuerpo cuando dejas de vapear (y lo que puede pasar si continúas).
El vapeo se ha vuelto muy popular, no sólo entre adultos jóvenes, también en adolescentes, pues sus diferentes aromas y sabores, lo hace parecer inofensivo, sin embargo, no lo es.
¿Cuál es la diferencia entre fumar y vapear?
Básicamente, vapear se diferencia de fumar porque en este no hay fuego ni cigarros o tabaco incluidos. Para vapear se utiliza un cigarro electrónico o vaper que al exhalar desprende un vapor, aunque en realidad no es tal y también puede ser tóxico.
De acuerdo al sitio de la American Heart Association, Go Red for Women, el vapeo consiste eninhalar y exhalar un aerosol a través de un cigarro electrónico o similares.
Aunque suele llamarse a esta exhalación vapor, no está formado por agua, sino por partículas finas que contienen diversas cantidades de sustancias químicas tóxicas asociadas a enfermedades cardíacas y respiratorias.
Además, la mayoría de los cigarros electrónicos contienen nicotina, en algunos casos, similar a la de los cigarros, por lo que, al introducirse al cuerpo, genera adicción, aumentando el riesgo de padecer otras adicciones en la edad adulta si se usa durante la adolescencia y haciendo lento el desarrollo cerebral.
Asimismo, sus sabores pueden tener efectos tóxicos, pero al ser agradables, no puedes notarlo. Finalmente, pese a ser ligero, el vapeo irrita y daña los pulmones, lo cual podría resultar en daños a futuro.
6 cosas que pasan en tu cuerpo si dejas de vapear
Sin duda, pese a ser una actividad popular, el vapeo no es la opción más saludable, ni para dejar de fumar ni para manejar tu ansiedad o estrés. Si has pensado en abandonar este hábito, esto es lo que obtendrás:
Alivio para tu sistema cardiovascular. Tomando en cuenta los efectos del vapeo, al dejarlo, tu frecuencia cardíaca se normaliza, al igual que la circulación, y la presión arterial baja. Además, claro, de que tu respiración no se entrecortará.
Reducir tu riesgo de ataque cardíaco. Un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine, asoció el uso diario de cigarros electrónicos con un mayor riesgo de infarto al miocardio. Por lo tanto, al abandonar ese hábito, el riesgo disminuirá paulatinamente, en parte porque tu sistema cardiovascular comienza a restablecerse.
Mejora en tus sentidos. En especial hablamos del gusto y olfato. ¿Habías escuchado sobre el síndrome de la legua de vapeador? Pues existe.
Según un estudio del National Jewish Health de Denver, Colorado, muchos vapeadores presentan dificultad para distinguir entre sabores después de vapear, pues el vapeo provoca una inhibición de la captación de las papilas gustativas.
La buena noticia es que conforme lo dejas, puedes poco a poco recuperar la capacidad para sentir el gusto de la comida y otros sabores.
Pulmones más sanos y mayor capacidad pulmonar, por lo que podrías olvidarte de esa molesta tos constante. Meses después, se reducirá tu riesgo de complicaciones por enfermedades respiratorias.
Menor riesgo de accidente cerebrovascular y de cáncer, algo que se ve incrementado por el cigarro electrónico y el cigarro.
Claro, estos cambios serán paulatinos y muchos de los beneficios a largo plazo, asimismo, podrías enfrentarte al síndrome de abstinencia, pero continuar vapeando no hace el escenario mejor.
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¿Cuáles son los riesgos de vapear?
Es importante conocer los daños del vapeo a tu salud y los riesgos a los que te enfrentas si continúas con este hábito. Uno de los primeros es la adicción a la nicotina y también la lengua de vapeador que, aunque no se conoce con exactitud, podría relacionarse con futuras lesiones orales.
Otro de los grandes riesgos del vapeo, es el daño pulmonar. La Fundación Nemours, explica que vapear irrita y daña los pulmones, lo cual puede llegar a ser grave, dado que inhalas las partículas de las sustancias químicas nocivas.
De hecho, en el 2019 se registró un brote de lesiones pulmonares asociado al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo en Estados Unidos, según reportan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Esto vinculado a productos que contenían tetrahidrocanabiol y acetato de vitamina E, principalmente.
Por otro lado, disminuye tu capacidad para defenderte de las infecciones respiratorias, lo cual te pone en mayor riesgo frente a diferentes infecciones, incluyendo covid-19, pues podrías sufrir una complicación grave, según explica la Comisión Nacional contra las Adicciones en México.
Claro, sin mencionar que los compuestos orgánicos volátiles del “vapor”, podrían causar irritación en ojos, nariz y garganta, así como dolor de cabeza. Incluso, en algunos casos, llegan a provocar daño al hígado, riñón y sistema nervioso, como señala la Sociedad Americana del Cáncer.
Aunque menos comunes, existen otros riesgos relacionados al uso de cigarros electrónicos, como las lesiones provocadas por baterías defectuosas que podrían explotar, o envenenamiento por tragar, respirar o absorber el líquido del cigarro a través de la piel u ojos. No sólo para ti, sino los pequeños a tu alrededor.
Como ves, por muy inocente y popular que sea el vapeo, en realidad los daños a tu cuerpo son algo cercanos a los del tabaco. Si bien dejar de fumar es una gran decisión en beneficio de tu salud, si cambias el cigarro por el vaper seguirías acumulando daños a largo plazo.
La recomendación siempre será romper esos hábitos y cambiarlos por otros más saludables. La mejor forma de lograrlo es a través de pasos, uno a la vez, buscando nuevas formas de manejar el estrés, afrontar los síntomas de abstinencia, crear un sistema de apoyo y enfocarte en los beneficios a futuro.