En tranvía por Aguascalientes, un recorrido emocionante
- Sus guías especializados explican la trascendencia de cada sitio
Aguascalientes, Ags.
Si estás de visita en Aguascalientes es inevitable subir al tranvía turístico que se encuentra estacionado frente al Palacio de Gobierno, en el Centro Histórico de la ciudad, siempre listo para ser abordado por los turistas, la gente en fila va subiendo a ocupar su lugar ya sea que decida quedarse en la planta baja o subir al segundo piso.
Se oye decir primero al guía “tomen sus precauciones allá arriba, por favor no se levanten, ni para tomar fotos, ya que es un espacio en donde no necesitan hacerlo y así evitaremos accidentes”, arranca el tranvía y las cosquillitas en el estomago se sienten durante al emocionante recorrido en donde se empieza a escuchar la voz del guía mencionando los puntos importantes para voltear al momento y confirmar con la imaginación la historia que se va relatando.
A su paso se observa la renovación de sus calles, mientras el guía comenta de los atractivos turísticos como los pueblos mágicos, además de interesantes anécdotas, como la de la iglesia de San Antonio de Padua, que fue construido por Refugio Reyes Rivas, bien conocido como “El arquitecto sin título”, ya que sólo estudió hasta el segundo año de primaria, pero su don nato de la construcción hizo que se ganará la confianza para construir esta iglesia, en donde acuden las mujeres casaderas a poner al santo de cabeza para que les haga el milagrito, con mucha simpatía relata el guía del recorrido.
Asimismo se aprecian algunos edificios culturales para admirar su arquitectura civil y religiosa, además del el Complejo Ferrocarrilero Tres Centurias.
Al final del recorrido los paseantes quedan satisfechos y se escucha entre comentarios, “Yo iré a la Iglesia de San Antonio de Padua quien quite y se me hace”, “Me parece bien las aguas termales de Ojo Caliente”, “Yo quiero ir al museo de la muerte y al museo Regional de Historia”, “A mí me interesa conocer el Instituto de la Cultura”, “Yo tengo que ir a los pueblos mágicos”, entre otros, coincidiendo la mayoría con el gusto de conocer este bello estado y con la promesa de regresar de nueva cuenta a la tierra hidrocálida.