Emisores disímbolos
Por: Carmina López Martínez
Las malas noticias siempre llegan primero, más si los rumores van por añadidura.
En los últimos días cierto tipo de información apócrifa circula en varios medios de comunicación, los menos buscan duplicar sus ventas; los más trabajan con ética y profesionalismo.
Por encima de la catastrófica multiplicidad de datos, con fuentes informativas confidenciales y sospechosas, pende de un hilo la esperanza de los “dreamers” (soñadores), grupos de refugiados y en México, se desvanece un presente económicamente estable.
Está por definirse la veracidad del boletín de la Casa Blanca, hasta no publicarse la versión oficial los “dreamers” temen perder la oportunidad de convertirse en ciudadanos legales y, sin el amparo del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) que desde el 2012 beneficia a más de 740 mil jóvenes serían depositados a un país desconocido. La misma advertencia para los 5 millones de inmigrantes respaldados por la Consideración de Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Legales (DAPA).
Se suma al debate la ausencia de ética y credibilidad de los funcionarios en los EUA; Kellyanne Conway, asesora del Presidente D. Trump, culpó a dos refugiados iraquíes de una masacre inventada para defender el polémico veto migratorio estadounidense. Aunque esos sujetos sí existen, fueron detenidos en 2011 y cumplen cadena perpetua por delitos de terrorismo federal planeados desde su país natal Irak.
Me parece ruin que se recurra a ese tipo de declaraciones huecas para sostener una verdad que no existe. No descarto el fracaso de esa misión y dudo que logren aislar o enemistar a los más de 300 millones de estadounidenses con los 7 mil millones de habitantes en el mundo.
El plan es claro: dividir. Eso demuestra el Presidente norteamericano apegado a sus palabras, no retrocede ni vacila en sus discursos, como el más reciente donde aseguró que –como nación- “deben ser duros” porque “todos los países del mundo se están aprovechando de nosotros, prácticamente. No va a seguir pasando” (sic).
Ese y otros comentarios han abierto la puerta a viejos asuntos bélicos o generado noticias basadas en datos improvisados. Como la supuesta llamada telefónica transcrita de Peña Nieto con su homólogo estadounidense en la que este último tildó al ejército mexicano de cobarde y glorificó el valor del norteamericano, planteando con esto una invasión militar impensable. De inmediato la información fue desmentida en México por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Como hipótesis, qué sucede si esa información de The Associated Press (AP) fuera verídica. No hace falta recrear escenarios violentos del siglo pasado para conocer la reacción de la sociedad mexicana y del mundo. Como lo escribió el maestro Octavio Paz: “el mexicano no se raja”. Esto no quiere decir que debamos revivir la historia, sino afrontar los retos sin permitir a la imaginación ganar terreno a la objetividad.
Los Mass Media desempeñan un rol importante en la sociedad actual y es vital su función sin censuras, amén del trabajo ético de los comunicadores y periodistas. Sobre el particular me despido con una reflexión de San Juan Pablo II: «La verdad y la solidaridad son dos elementos claves que permiten a los profesionales de los medios de comunicación convertirse en promotores de la paz».
*Comunicóloga, actualmente es responsable del área de publicaciones de la Universidad del Valle de Atemajac, Campus Puerto Vallarta.