El mangle da valor ecológico y turístico a Riviera Nayarit
- Se cuenta con los cuatro grupos de mangle que existen: Blanco, Rojo, Negro y Botoncillo
En Riviera Nayarit hay ecosistemas naturales que sobresalen por su belleza en flora y fauna, mismos que sirven de atractivo turístico para miles de visitantes. Hay especies que dan una riqueza natural inigualable a esta región, como lo es el mangle y su vital labor en el Destino.
En el mundo hay 34 especies de mangle divididos en cuatro grupos: Blanco, Rojo, Negro y Botoncillo. Riviera Nayarit es uno de los pocos lugares en el planeta donde puedes encontrar los cuatro grupos, por ejemplo en la Tovara de San Blas. Por cierto, Tovara en su origen Náhuatl es “Tobara” que significa “Agua que nace entre las piedras”.
La Tovara es uno de los paraísos para los observadores de aves, y mucho tiene que ver el mangle, por ser un hogar ideal para que cientos de aves aniden, esto por la seguridad que encuentran en el lugar, el clima y la cantidad de alimento disponible.
De igual forma el turismo en general visita la Tovara como uno de los puntos más atractivos de San Blas. Se han registrado en temporada baja alrededor de 50 personas diarias haciendo el recorrido, pero en temporada alta hasta 500 personas según comentan los lancheros del lugar.
El mangle es el inicio de una cadena alimenticia enorme que incluye desde moluscos y peces hasta el mismo ser humano. Entre sus propiedades más destacadas se encuentra la riqueza de proteínas que proveen sus hojas al caer a la tierra, que es de 13%, una gran cantidad comparada con el promedio que es 0.3%.
En lugares como la Isla de Mexcaltitán donde el mangle existe en abundancia, usan sus hojas (pero no la madera) para darle el sabor especial al tradicional pescado zarandeado. Actualmente la madera del mangle es protegida por la norma NOM 059 SEMARNAT-2010. Otra zona de gran población de mangle son las Marismas Nacionales ubicadas al norte del estado.
Cuando hay desastres naturales como huracanes, la capacidad de absorción de agua del mangle, reduce el impacto como pasó con el Huracán Kena en 2002, que en lugar de durar las ocho horas estimadas, fueron menos de cinco. Hay muchas razones para preservar esta especie. ¡Conócela, cuídala y disfrútala!