Ramona de la Rosa comprometida como Oficial de Vialidad.
Wendy Díaz.
Este día 22 de diciembre, se celebra el Día del Oficial de Tránsito y en Puerto Vallarta el gobierno municipal de Ramón Guerrero Martínez, organizó diversas actividades en reconocimiento a quienes desarrollan esta importante labor.
Una de las oficiales viales que conforman la Comisaría de Policía Preventiva y Vialidad de Puerto Vallarta, es Ramona de la Rosa Mota, quien cuenta con dieciséis años de servicio en la corporación.
Ramona es originaria de Ixtlán del Río y desde niña, llamó su atención el uniforme que portaban los oficiales y el gusto por servir a la gente. Cuando llegó a Puerto Vallarta, en 1998 en busca de una oportunidad de trabajo, se enteró que estaban solicitando mujeres para integrarse a las filas de la Policía y de Tránsito y enseguida se enlistó.
“No lo pensé dos veces, de inmediato fui y presenté mis documentos, entre a trabajar el 11 de noviembre 1998 junto con otra compañera, fuimos las primeras mujeres que se integraban al área de Tránsito Municipal, aunque ella poco después pidió su cambio a la policía turística y me quedé yo sola de mujer; en un principio creí que sería difícil y me sentía rara de trabajar con puros caballeros pero la verdad, es que mis compañeros fueron lo máximo, me enseñaron a trabajar, nunca hubo un trato diferente o machista”, relató.
La oficial es madre de tres niños de once, seis y cuatro años de edad, refiere que le ha sido muy difícil el trabajar y cuidar a sus hijos, porque ellos requieren de atención y en este trabajo no hay días festivos; en ocasiones se deben quedar más horas de su horario por necesidad del servicio. “Para mí fue muy difícil porque los dejaba chiquitos de mes y medio que es lo que me daban de incapacidad, y me venía llorando todos los día por que no podía estar ahí con ellos, pero gracias a Dios mis hijos están creciendo y pues yo estoy feliz porque este trabajo me encanta”.
Ramona de la Rosa ostenta el cargo de Agente Tercero y habitualmente está asignada a las vialidades cercanas a los planteles educativos, “mi función es el apoyo a los niños de esa escuela, quienes salen por montón al término de la jornada y debo de estar alerta porque se cruzan sin precaución, además de que los automovilistas, a pesar de que hay reductores de velocidad y señalamientos de que deben circular a 30 kilómetros por hora, no los respetan”, acotó.
Considera que las mujeres policías y agentes viales han hecho un buen papel porque son más tolerantes, sonríen más y apoyan mucho a la ciudadanía, además de que les es más fácil ganarse la confianza de las personas. “Mucha gente se nos acerca para pedir el apoyo sobre todo aquí en las escuelas en donde hay niños que tienen problemas con sus compañeros y las madres de familia nos piden que intervengamos, hemos tenido reuniones con padres de familia y solucionado los conflictos de la mejor manera, eso me hace sentir muy satisfecha con mi trabajo y me enorgullece”.
A pesar de ser una mujer de temple fuerte, Ramona como todo ser humano, tiene sus debilidades y en el trabajo lo que más le afecta y le duele es ver a una persona atropellada, “es difícil ver a una persona que se está desangrando y que nosotros como agentes podamos hacer muy poco por ellos, tenemos cursos de primeros auxilios pero muchas veces por las condiciones en que se da el accidente, no podemos exponer a la persona a trasladarla en la patrulla, ponemos en riesgo su vida”, concluye.
Como muchas mujeres Ramona lucha día con día para llevar el sustento a su casa y ser una buena madre de familia, y aunque en ocasiones se presentan algunos obstáculos, ha sabido superarlos y seguir adelante, realizándose como mujer, como madre y como servidora pública.