David Huerta impartió Cátedra Nacional-Amado Nervo
En el marco del festival Gran Nayar, en las instalaciones de la biblioteca magna de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), se impartió la XIII cátedra nacional Amado Nervo, titulada “la última estancia de amado Nervo”, a cargo de David Huerta, poeta y ganador de múltiples premios de literatura.
Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara, coordinadora de la Cátedra Nacional Amado Nervo, durante la exposición de motivos sobre dicho evento, señaló que el personaje nayarita cuenta con una extensa obra que muestra el espíritu de la época, la sensualidad, la religiosidad y la necesidad de trascender, por lo que eso les obliga a fijar la mirada hacia sus creaciones.
Por su parte David Huerta, expresó su gratitud a la máxima casa de estudios, a los encargados de coordinarla, así como un sincero reconocimiento a la administración central, puesto que estar en un evento de tal magnitud, representa el amor hacia la poesía durante toda su vida, las clases impartidas y las cátedras en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM).
El poeta en su cátedra, destacó parte de los poemas de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, sobre su forma de expresión en cada uno de sus escritos; la forma de escribir sobre diversos personajes claves en su vida, desde Ana Cecilia, la mujer que amaba hasta el respeto a otros poetas; el contexto y estilo, asimismo como y logró influenciar la vida y conocimiento literario de otros poetas mexicanos.
De la misma manera, resaltó que la cátedra fue solo un breve recorrido sobre Nervo y como su obra quedo plasmada en el estilo literario de poetas, siendo reconocido como el poeta máximo mexicano. Adicionó, que eventos como este, es la prueba de la vigencia de su obra, ya que era un prosista que podía ser tan diáfano como atrevido, además, puntualizó que, el lector que se acerque a la obra nerviana puede escoger cualquier cosa que se acerque a su sensibilidad, inteligencia e imaginación en las cientos de páginas dejadas por el escritor nayarita.
“La muerte de Nervo, como la muerte de otros poetas mortales, representa simultáneamente el último instante de su vida, y el primer momento de su posteridad, en esa diminuta fracción de tiempo se ha publicado gran parte de su obra, su prestigio póstumo y su fama, entendido en el enorme sentido medieval, no en el moderno rebajado a una mera forma pública”, concluyó.