“Controlamos al pánico con orden”: Zúñiga Bobadilla.
- En marco del Día Nacional de Protección Civil.
Puerto Vallarta.
Por: Carmina López Martínez/ Foto: J. Mario Reyes F.
Todo ocurrió a la hora programada: 10 a.m., suena la alarma sísmica, la Universidad del Valle de Atemajac Campus (UNIVA) Puerto Vallarta entra en pánico, coordinadores de la brigada movilizan sin contratiempos a estudiantes y docentes de las aulas y los dirigen con el mismo orden de los edificios A y B hacia las canchas de futbol. El maestro Luis Ignacio Zúñiga Bobadilla, director general de ésta Casa de Estudios inmediato se concentra en establecer el orden, da instrucciones precisas; los alumnos obedecen, de inmediato sus colaboradores cierran filas en torno a las áreas de peligro. Todo queda en calma en menos de 4 minutos.
Con el altavoz en manos, el maestro Zúñiga Bobadilla tranquiliza los ánimos de los jóvenes estudiantes de bachillerato y licenciatura, “es importante estar preparados para responder a eventualidades de fuerza natural; nuestros hermanos de Veracruz y Acapulco no tuvieron la misma suerte que nosotros con éstos pasados sucesos meteorológicos viven momentos de angustia, enfermedades, ausencia de seguridad y alimentos. Puerto Vallarta no ésta exenta a sufrir movimientos telúricos a gran escala o revivir la tragedia del 2002 con el huracán kenna, no cedamos ante el desplazamiento de los fenómenos naturales, mantengamos la fe en nuestro Señor y tomemos las precauciones necesarias para afrontar cualquier adversidad”. Fue claro el mensaje de la máxima autoridad de la UNIVA-PV.
Reporte Oficial
El silencio fue corto, en minutos los coordinadores de brigada indican a estudiantes, docentes y personal administrativo regresar a sus actividades, los más jóvenes caminan en armonía hacia sus aulas en compañía de sus maestros. El subcoordinador de protección civil del sistema UNIVA Campus Vallarta, maestro José Luis Moreno y Hermosillo informa el resultado del macrosimulacro: saldo blanco, sin novedades en infraestructura, tiempo de evacuación 3.17 minutos.
Del otro lado del campo, trabajadores de la obra del nuevo edificio C mantienen el orden, los minutos pasan y sólo esperan la autorización para continuar con sus actividades, la construcción no puede frenar su gran avance en vísperas de su inauguración. Suena el silbato del ingeniero a cargo de la edificación, los trabajadores rompen filas toman picos, palas, revuelven cal y arena, continúan trabajando, la jornada retoma su horario normal.