¿Por qué consumir productos sin OGM?
En la actualidad existe una variada oferta de productos en los supermercados, adicionados con vitaminas o genéticamente modificados (OGM).
Por esto es importante aprender a seleccionar lo que comemos y los productos industrializados que compramos.
Aprende a distinguir un OGM
Un organismo genéticamente modificado, también llamado transgénico, son vegetales, carnes o lácteos que han sido adicionados o “enriquecidos” con material genético alterado.
Es más fácil que puedas detectarlo en alimentos empacados, leyendo en las etiquetas su contenido nutrimental y los ingredientes o técnicas con los que han sido preparados.
Entre los productos más comunes que están genéticamente modificados encontramos:
· Soya: Un estimado del 93% es GM.
· Maíz : Un estimado del 86% es GM.
· Canola: 100% GM.
· Lactosa: Millones de vacas son inyectadas la hormona rBGH/rBST, un GM
Cuidado con los lácteos OGM
Los lácteos genéticamente modificados provienen de un tratamiento hormonal de crecimiento bovino: la hormona es conocida como rBST. Su función es estimular al ganado para producir más leche.
Estudios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), aprobaron esta hormona en 1993; pero investigaciones recientes sugieren efectos cancerígenos en concentraciones más altas de IGF-1 en la leche modificada.
La hormona bovina recombinante de la somatotropina o rBST, al consumo humano, puede estimular el crecimiento de las células intestinales aumentando así el riesgo de crecimiento intestinal anormal.
Esto provoca desde intolerancia a la lactosa, colitis y en casos peores cáncer.
Por eso es importante incluir en tu dieta productos de calidad, sobre todo lácteos y yogurt libre de hormonas dañinas para tu salud.
Un yogurt estilo griego de calidad, debe extraerse del doble o triple de leche que uno regular, para que te brinde más calcio y proteínas; siempre debes preferir los bajos en azúcar y grasa.
Fuente:Salud180.com