Cambiar nuestro estilo de vida ayuda a prevenir el cáncer.
Un estudio publicado en “British Journal of Cáncer” concluyó que el 42,7% de los casos de cáncer se podrían prevenir con cambios en el estilo de vida como hacer ejercicio, dejar de fumar, beber menos así como comer más vegetales y frutas.
Casi un treinta por ciento de todos los tipos de cáncer se atribuyen a fumar, se asocia por ejemplo al de boca, faringe, laringe, esófago, páncreas, riñón y vejiga.
Por otra parte, los investigadores descubrieron que el consumo exagerado de diversos tipos de alimentos repercute en un riesgo del 30% de contraer cáncer. Como es el caso de el abuso en consumo de grasas o azúcares que pueden propiciar la aparición de este padecimiento en muchas ocasiones.
Entonces, una persona que tiene en conjunto muchos malos hábitos como es el fumar, tomar alcohol en exceso, ser sedentario y no alimentarse bien se potencializa aún más el riesgo de sufrir cáncer.
Algunas causas de cáncer si están fuera de nuestro control como la susceptibilidad genética, contaminación ambiental, contaminación de los alimentos por pesticidas y fertilizantes, entre otros.
“Mucha gente cree que el cáncer se debe a factores genéticos o del “destino”, y que es cuestión de suerte el contraerlo o no contraerlo”, expuso el epidemiólogo Max Parkin, de la Universidad de Londres a una importante publicación .Sin embargo se ha demostrado que al menos el 40% de los cánceres son causados por situaciones que tenemos el poder de cambiar.
Cliarán Devane del Macmillan Cancer Support aseguró: “Llevamos mucho tiempo insistiendo en la necesidad de introducir hábitos más saludables de vida para prevenir el cáncer, pero está claro que el mensaje no está llegando a un número suficiente de personas”, advierte Cliarán Devane de Macmillan Cáncer Support.
“Nadie elige tener cáncer y sería erróneo culpar a los pacientes por tomar decisiones equivocadas en su estilo de vida… Pero tiene que haber necesariamente un cambio cultural, para que la gente entienda la importancia de factores como el ejercicio físico y una dieta sana”, dijo el científico.
Con respecto al cáncer de mama, por ejemplo, hay pueblos que casi ni conocen este tipo de padecimiento, como es el caso de China y Japón debido a sus dietas tradicionales, sin embargo si estas personas adoptan la dieta occidental, casi siempre al cambiar de residencia, se ha observado que pueden presentar el mismo porcentaje de riesgo de padecer este mal al adquirir nuevos hábitos menos saludables.