Medios como bbc.com señalan que el equipo de la cantante pagó al restaurante Casa Cruz los siete mil dólares para que violara la ley, que por el momento no permite reuniones sociales en establecimientos públicos.
“El equipo de seguridad de la estrella también pidió que se apagaran las cámaras de circuito cerrado durante la fiesta (celebrada) en Notting Hill, el 28 de noviembre, en medio del segundo confinamiento por el virus”, reportaron las autoridades.
El problema más grave de todo esto es que días antes de la celebración, Rita Ora había viajado a Egipto para dar un concierto privado y al regresar se tendría que haber puesto en cuarentena. En vez de ello, al día siguiente celebró su cumpleaños.