Paul McCartney, todo un coqueto

Paul McCartney nació un 18 de junio de 1942 en Liverpool, Inglaterra. Criado en una familia de creencias religiosas contrapuestas, debido a que su madre era ferviente del catolicismo, mientras su padre era protestante, aunque luego se convirtió en agnóstico.

El músico celebró su cumpleaños ayer, y vale la pena recordar cómo el corazón del cantante le ha pertenecido a una mujer. Y a otra. Y a otra. Y a otra…

Una de las primeras fue Jane Asher. Una actriz británica, que fue pareja del músico durante cinco años. Un amor especial. Se conocieron en abril de 1963 en el Festival Juke Box Jury donde se presentaron The Beatles. Jane fue la musa de grandes éxitos como “For No One” y “And I love her”.

Linda Eastman fue el gran amor de la vida de Paul, con quien estuvo por más de 30 años. Se conocieron en el barrio de Soho, Londres en 1967, cuando ella fotografiaba a la banda The Animals. Se casaron un 12 de marzo de 1969 hasta que la muerte se la llevó en 1998.

Luego llegó Heather Mills. Se conocieron en 1999. A pesar de que la gente consideraba que la modelo se aprovechó del ex Beatle, se casaron en 2002, pero tuvieron problemas poco después.

La siguiente en la lista sería Nancy Shevell. Casado desde hace cuatro años con ella, una millonaria estadounidense de 52 años. Nancy era amiga de Linda, su primera esposa. Se casaron en el mismo lugar donde lo hizo con Linda.

Pero hay mujeres con las que comparte lazos, como Heather McCartney. Hija de primer matrimonio de Linda. Cuando se casaron en 1969, Paul la adoptó y le dio su apellido, siempre la ha considerado como propia. Ella estudió Arte en la Universidad y comulga con las ideas ecologistas y de defensa de los pueblos nativos.

Stella McCarney es la segunda hija que tuvo con Linda Eastman (La primera fue Mary Anna). Una diseñadora de modas de marcas como Adidas y Gucci. Luego de la separación del “Cuarteto de Liverpool”, Paul creó Wings (Alas); se dice que el día que nació Stella, él pidió que naciera en las alas de un ángel.

Fuente: El Informador