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Dejar de fumar es posible.
Una vez tengamos claro que fumar es un vicio caro e insano podemos beneficiarnos de una serie de trucos o estrategias para dejar de fumar para siempre.
- Ponernos una fecha concreta para dejar de fumar: eso nos ayudará a que el dejar de fumar no sea solo un deseo que formulamos sino que “ya está en marcha”. Lo ideal es aprovechar un día de fiesta o un fin de semana en el que podamos hacer alguna actividad diferente de la habitual y a ser posible que consista en alguna actividad con ejercicio físico (excursión por el monte, ir en bicicleta, etc.) Al final del día valoraremos como nos sentimos.
- Cambiar hábitos que relacionamos con el fumar: si después de comer nos sentamos a fumar en el sofá viendo la televisión pues ahora nos sentaremos en otra parte de la casa a leer. Si relacionamos tomar café y fumar pues empezaremos a tomar una infusión relajante. De hecho dejar o disminuir el café y el alcohol disminuye la ansiedad y con ello las ganas de fumar. Es una de las estrategias más eficaces.
- Buscar sustituto al cigarrillo si lo que queremos es tener algo en la boca: al principio un buen truco o uno de los mejores tips puede ser chupar o tener en la boca el típico dulce con palito (Chupa-chup, paleta o piruleta), una ramita seca de alguna planta medicinal, regaliz (cuidado los hipertensos), etc.
- Respirar profundamente cuando estemos muy estresados: a menudo la gente fuma inspirando profundamente porque necesita “respirar” (curioso ¿verdad?) Unas cuantas respiraciones profundas suelen ayudarnos.
- Beber mucho líquido: beber más nos puede ayudar también a dejar de fumar ya que el cuerpo tolera menos el estrés cuando está deshidratado.
- Cuando huela el humo de un cigarrillo y le resulte tentador huela un cenicero:aunque parezca un poco bestia la verdad es que nos hace conscientes de lo que nos queda después de fumar. Es drástico pero suele funcionar casi siempre.
- Tomarnos más tiempo para cada cosa: un amigo me decía que la gente que no para de fumar van todo el día como una locomotora y claro echan humo como su chimenea. Respirar, organizarnos mejor y relajarnos son trucos o tips que nos ayudan a funcionar con menos revoluciones y vivir sin tener siempre la caldera a punto de estallar.
- Disfrutar notando nuestro propio aliento y la ausencia de olor a tabaco: valora lo bien que hueles ahora y percibe como huele la gente muy fumadora (sé respetuoso ya que hasta hace poco tu también olías a tabaco aunque no lo notases)
- Mejorar la dieta: comer lentamente y disfrutando del sabor de cada alimento; comer repartido en cuatro o cinco veces día y aumentar tú consumo de fruta y verdura te ayudarán a dejar de fumar ya que te vas a sentir mucho mejor.
- Empezar a practicar algún deporte: busca un deporte que te guste (hay que relacionar deporte con satisfacción y no como otro modo de estresarnos aún más) Respirar profundamente y sudar nos ayudan a deshacernos de la nicotina y toxinas que aún quedasen en nuestro organismo.
- Acostarnos más temprano: si descansamos mejor reducimos nuestro nivel de estrés y con ello la necesidad de excitantes (café, tabaco, alcohol, etc.)
- Planear las vacaciones gratuitas: realmente muchas personas ahorran un gran cantidad de dinero al cabo de un año cuando han dejado de fumar y aunque parezca mentira pueden tener unas vacaciones gratis (si han ahorrado lo que no gastan al dejar de fumar)
Felicítate cada día por haber dejado de fumar. Realmente cambiar de hábitos no es nada fácil por eso tiene tanto mérito. Si hemos conseguido dejar de fumar a partir de ahora también podemos conseguir otras cosas que ahora nos parecen imposibles. ¡Adelante!
Fuente: Salud y belleza.