Adoró la Univa al Niño Dios, durante su posada.
Por Carmina López Martínez
En todo momento docentes y personal administrativo de la Universidad del Valle de Atemajac, Campus Puerto Vallarta sintieron en lo más profundo de su corazón el amor que nuestro señor sintió por nosotros al enviarnos a su hijo único, fueron momentos inenarrables, la voz de todos al unísono impregnó el recinto destinado a una de las posadas más sensibles celebrada por los integrantes de esta Casa de Estudios.
Apenas entrada la noche los comensales llegaron a conocido hotel de ésta región, más de 150 personas conformaron un festejo navideño original, reflexivo lleno de fe, la Natividad del hijo de Dios, luz permanente que acompaña a la humanidad desde siempre, en esos momentos determinó la alegría expresada en sonrisas salpicadas de una esperanza en estos momentos demasiado demeritada por los acontecimientos que han ensombrecido la realidad nacional.
Sin embargo, a pie firme la comunidad de la Universidad Católica de Puerto Vallarta adoró al Hijo de Dios quien trajo amor y esperanza a una humanidad pecadora de origen y la cual con la conversión redimirá sus yerros. Los invitados a la cena navideña demostraron su enorme interés por fortalecer los valores cristianos de la Univa local; lo hicieron a su manera, como se les ha enseñado: con respeto y gran arrepentimiento ante los pecados cometidos.
En espirales subieron los sonidos, música y cánticos tradicionales vistieron y determinaron el recuerdo de aquel que llegó a este mundo atendido en humilde pesebre hace más de dos mil años. Ahí en ese lugar se demostró que no es una simple fecha sino el momento en el que el Creador transformó la conciencia de todos los seres humanos de buena voluntad, la humanidad se cambió desde entonces, ahí se recordó y veneró esa historia.
Posteriormente a la cena, vino la rifa de regalos, la secretaria general del Sindicato del Instituto Superior Autónomo de Occidente, la maestra Ana Karina Cosío Vidaurri Martínez envió tarjetas canjeables en supermercados locales y tiendas departamentales, más de 100 cajas con obsequios fueron entregados a los asistentes a este magno evento que año con año se realiza para venerar al hijo del Todopoderoso.
Los corazones latieron de alegría, ante el generoso regalo de bellas palabras pronunciadas por el especialista en teología profesor José Luis Ríos Rodríguez: pasajes del hermoso libro cristiano llenó poco a poco los corazones de los comensales, recordó algunos pensamientos del Vicario de Cristo, de la Madre Iglesia, todo para describir de manera magistral y en una explicación sencilla el significado de este momento.
Eres el misterio, aquel que no puede ser entendido analíticamente.
Aquel que no será reducido a abstracciones ni categorías, aquél que
nunca alcanzará los silogismos; aquél que es para ser acogido,
asumido, vivido, aquel al que se le entiende de rodillas en la fe,
entregándose; eres el Dios de la fe.
Encuentro, 15. El Dios de la fe.
El festejo de adoración al niño Jesús concluyó entre felicitaciones, abrazos y buenos deseos, un año más la familia Univa refrenda su reconocimiento a este ser de amor que dejó para la humanidad el ejemplo del bien y la necesidad de hacerlo al amar a su prójimo.