Basura electrónica, un peligro para el planeta: ONU.
La sonda lunar china lanzada el pasado viernes retornó hoy a la Tierra con éxito, la primera misión no tripulada que el país asiático realiza a la Luna y con la que se convierte en la tercera nación en hacerlo tras Estados Unidos y Rusia.
El vehículo experimental, que aunque no tiene nombre oficial ha sido apodado como “Xiaofei” en las redes sociales, aterrizó en Siziwang, en la región autónoma de Mongolia Interior la madrugada del sábado, según informa la agencia oficial Xinhua.
Se trata de la primera sonda desarrollada por China para volver a nuestra planeta y cuyo objetivo es ensayar las tecnologías de retorno, como el control de la navegación o el escudo de protección contra el calor generado por la reentrada en la atmósfera, de cara a aterrizar en la Luna en el futuro.
Los equipos preparados en Mongolia Interior han podido recuperar el equipo en la zona donde se preveía su aterrizaje, a unos 500 kilómetros de Pekín.
Lanzada el pasado viernes, la sonda china ha atravesado 840 mil kilómetros durante su misión de ocho días, durante los que ha podido tomar “increíbles fotos” de nuestro planeta y de la Luna, según destacan los medios oficiales.
El proceso de reentrada en la atmósfera comenzó a las 6:13 hora local (23:00 GMT), y el vehículo experimental fue acercándose a la Tierra a una velocidad de 11,2 kilómetros por segundo.
Durante este proceso, se cortaron las comunicaciones entre la Tierra y la sonda, debido a que la fuerte velocidad produjo graves fricciones entre el vehículo y el aire y las altas temperaturas que dañaron los sistemas de comunicación.
El ingeniero jefe del Comando Aeroespacial de Pekín y del Control Central de esta misión, Zhou Jianliang, explicó que la sonda fue diseñada para que “pudiera rebotar” a su reentrada en la atmósfera para “disminuir la magnitud del choque”, como si “fuera la piedra que tiramos al agua rebotando”, que va moderando su velocidad, ejemplificó.
“En realidad, es como cuando frenas un coche: cuanto más rápido vayas, más distancia necesitarás para frenar completamente”, señaló Zhou.
Ese especial “rebote” a la reentrada en la atmósfera era uno de los desafíos de esta misión, ya que la sonda debía entrar en un ángulo muy preciso para retornar con éxito. Un error de 0,2 grados podría haber supuesto un fracaso.
“Esta exitosa misión nos ha permitido reunir muchos datos y conseguir una base sólida para misiones futuras”, destacó por su parte Wu Yanhua, vicedirector de la Administración Estatal china de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional.
Los resultados obtenidos servirán para el desarrollo de la sonda Chang’e 5, prevista para 2017, y con la que China pretende alunizar, tomar muestras y volver a la Tierra.
Las sondas Chang’e 1 y 2, lanzadas respectivamente en 2007 y 2010, realizaron órbitas alrededor de la Luna, mientras que la Chang’e 3 aterrizó en la superficie lunar en diciembre del año pasado con el vehículo científico Yutu.
La sonda Chang’e 4 fue desarrollada como vehículo de reserva de la Chang’e 3 y se emplea para su experimentación.
El desarrollo de tecnologías de retorno puede llevar a misiones tripuladas a la Luna, después de que astronautas chinos hayan efectuado cinco misiones al espacio entre 2003 y 2013 a bordo de naves “Shenzhou”. (EFE)