¿Sabías que existe más de un tipo de cáncer de sangre?
¿Te puedes imaginar despertando a mitad de la noche por una hemorragia nasal o evitándote vestir con prendas que expongan los moretones de tus brazos y piernas, que parecen salir inexplicablemente? ¿Ahora bien, te sería posible creer o aceptar que estas “incomodidades” son resultado de un cáncer de sangre?
¡Ojo, no solo se trata de la leucemia! De acuerdo a la American Cancer Society existen cuatro tipos de cáncer de sangre.
Conócelos…
1. Síndromes mielodisplásicos
En este grupo de padecimientos, las células en la médula ósea sufren daño, lo que imposibilita la producción de nuevas células sanguíneas. Su diagnóstico depende directamente de la apariencia de la sangre y la médula ósea bajo el microscopio.
Síntomas
- Escasez de glóbulos rojos, lo que puede causar cansancio excesivo
- Falta de glóbulos blancos lo que provoca infecciones frecuentes o graves
- Disminución de plaquetas son el origen de la formación de moretones y sangrado fácil
Es un tipo de cáncer de la médula que se origina en la célula plasmática; ésta se multiplica copiando una y otra vez el mismo error del ADN. El problema es que termina duplicándose a tal extremo que invade la médula ósea, disminuyendo las defensas y aumentando el riesgo de infecciones.
Síntomas
- Dolores en huesos, especialmente en espalda, cadera y cráneo.
- Escasez de glóbulos rojos
- Deshidratación
- Sed y deseo constante de orinar
- Debilidad confusión
3. Leucemia
Es un tipo de cáncer que comienza en la médula ósea, el tejido blando que se encuentra en el centro de los huesos, donde se forman las células sanguíneas. Ésta se divide en aguda que se propaga rápidamente y en crónica en la que su progreso es más lento.
Síntomas
- Sensación de cansancio
- Debilidad
- Fiebre
- Infecciones que no desaparecen
- Moretones
- Sangrado con frecuencia
4. Linfoma
Se produce cuando se da un fallo en la forma de actuar de los linfocitos (células que forman parte del sistema inmunitario). Esto provoca la creación de una célula anormal que se convierte en cancerosa.
Síntomas
- Pérdida de peso inexplicable
- Fiebre
- Sudoración nocturna
- Tos o dolor torácico
- Debilidad e inflamación abdominal
Más allá de ignorarlo o temer, es importante que ante cualquiera de estos síntomas acudas al médico.
Tu salud es también tu responsabilidad y la prevención temprana puede salvar tu vida.
Fuente: Salud180.com