“Trabajar en Seapal ha sido una bendición”: Don Gabriel
- César Abarca le reconoció como un trabajador ejemplar para la Familia Seapal, toda vez que ha dado parte de su vida para que el poblado de Mismaloya y Zona Turística Sur, tengan agua de calidad.
Puerto Vallarta
Hombre de campo, de semblante ameno y formal, Gabriel Bravo Palomera, pasa las tardes y fines de semana, con la encomienda de continuar sirviendo a la comunidad de Mismaloya y a Seapal Vallarta, con la misma pasión que imprime a su trabajo desde hace 28 años.
Oriundo de Talpa de Allende, Jalisco; Don Gabriel ha crecido en el sistema a la par de la Planta Potabilizadora Mismaloya, la cual en la actualidad abastece del vital liquido con eficiencia y calidad a ese poblado y a la zona turística sur de nuestro municipio.
“Una mañana me llamó el Ing. Ramón Alatorre (ex director de Seapal) para ofrecerme trabajo. En ese entonces se construía esta planta y participé limpiando parte del terreno; desde entonces aquí sigo, motivado por continuar siendo útil a mi familia y para que a la comunidad no le falte el agua”, dijo.
Para el colaborador del área de Calidad del Agua, no existen horarios laborales, toda vez que Seapal se ha convertido en parte primordial de su vida, asegurando que siempre está al pendiente de cualquier situación que se presente en la planta y con el imponente Río Mismaloya.
“Yo trabajo en el turno de la tarde, pero cuando es temporada de lluvias, aquí me quedo a cuidar por si el agua se enturbia y de ser así, espero a que vuelva a estar limpia para seguir con el rebombeo. En alguna ocasión, me ha amanecido vigilando porque soy responsable de mi trabajo y me gusta, porque quien no lo es, no se valora asimismo”, aseguró con orgullo.
Entre sus responsabilidades está la supervisión de válvulas, cárcamo y tanque de asentamiento, así como el monitoreo y muestreo del cloro, pero también realiza labores estéticas y de limpieza, entre las que se encuentra barrer, regar e ir haciendo el trabajo que vaya requiriendo la instalación, para que siempre esté en buenas condiciones.
Para el hombre de 73 años, Seapal no es solamente su trabajo, sino un gran aliado en su vida, porque a base de esfuerzo diario, le ha dado los cimientos para darle una vida digna a su esposa Teresa con quien comparte su vida desde hace 45 años y a sus diez hijos.
“Para mi trabajar en Seapal Vallarta ha sido una bendición; uno debe ser responsable y portarse bien todo el tiempo. El pago nunca nos ha faltado, ni las prestaciones que nos dan, eso hace que nos pongamos la camiseta, porque no cualquier empresa piensa en su gente”, expresó.
Al hablar de su familia, con la voz quebrada, muestra la sensibilidad de un padre orgulloso y responsable, agradeciendo a su esposa, “por que ha sido un gran apoyo durante todos estos años y por tantos hijos que me dio”.
Durante una visita de supervisión a la instalación de agua potable, el director del organismo, César Abarca Gutiérrez, lo reconoció como un colaborador ejemplar para la Familia Seapal Vallarta, “por dar parte de su vida para que miles de vallartenses y turistas, puedan disfrutar del agua de calidad, desempeñándose siempre en su trabajo de manera honesta y confiable”, concluyó.