6 cosas que detonan parálisis facial…
¿Percibes tu rostro diferente? Una parálisis se puede producir en pocas horas, y empeorar en las 24 a 48 horas siguientes al evento; por ello es esencial que conozcas lo que puede provocar o causar una parálisis facial.
Para empezar, es importante que te familiarices con los síntomas que indican una parálisis facial:
Se produce una asimetría por falta de movilidad en la cara, lo que puede conllevar a la imposibilidad de sonreír o cerrar el ojo. Además, pueden existir alteraciones en el habla, lagrimeo constante, dificultad para subir la ceja y para masticar los alimentos”, describe la Clínica Universidad de Navarra.
¡Cosas que te ponen en peligro!
Aunque el 80% de las parálisis no tienen un origen aparente, hay eventos y hábitos que pueden causar una parálisis facial o aumentar las posibilidades de que se desarrolle.
¡Conócelas!
1. Estrés
Eleva la presión sanguínea, que es la tensión ejercida por la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Entre más alta es aumenta la carga de trabajo del corazón y el crecimiento malsano de tejido.
2. Causas quirúrgicas
Retirada de neuroma acústico o tumor del nervio facial, o cuando hay una intervención en la glándula parótida.
3. Infecciones
Infecciones virales como la meningitis o el resfrío común pueden favorecer que el nervio facial se inflame, causando presión dentro del canal de Falopio y llevando a un infarto en la zona (muerte de las células nerviosa).
4. Diabetes
Es una enfermedad sistémica es decir afecta todo el cuerpo y no sólo un órgano en particular. Esto hace que las personas que la padezcan tengan mayor posibilidad de sufrir una parálisis facial.
5. Condiciones congénitas
En especial un desarrollo anormal del nervio facial.
6. Migraña
De acuerdo con la Academia Americana de Neurología, la migraña duplica el riesgo de enfermedad en el sistema nervioso, lo que puede provocar una parálisis facial.
La función motora del nervio facial controla los músculos de la cara, cuero cabelludo, pabellón auricular y cuello”, señala Clínica Universidad de Navarra.
Es importante que mantengas una alimentación balanceada y realices ejercicio regularmente.
Fuente: Salud180.com