10 mandamientos que toda corredora debe conocer si quiere cuidar su cuerpo
Tomar la decisión de comenzar a correr va más allá del gusto por hacer ejercicio; es poseer las ganas de adoptar un estilo de vida que te ayude a sentirte mejor y a superarte a ti misma con cada nueva meta. Cosa que, aunque no es sencilla, puede hacerte realmente feliz.
Correr tiene muchos beneficios para la salud, como reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, enfermedades del corazón, diabetes, ayuda a conseguir un peso saludable y hasta es bueno para disminuir los niveles de estrés y elevar la felicidad.
#1 Se consistente
Desde el primer momento que te decidas a correr, debes buscar un plan de entrenamiento que puedas seguir por un largo plazo. Así te será cómodo entrenar 4 días a la semana, que es el tiempo que te ayudará a obtener 90% de los beneficios de un entrenamiento de 7 días.
#2 No corras inmediatamente después de comer
Como regla es importante que esperes al menos 2 horas después de comer antes de correr. Si no lo haces, tu estomago no podrá digerir correctamente los alimentos y aumentará el riesgo de que sufras calambres abdominales, hinchazón y hasta vómitos.
#3 Siempre haz calentamiento
Sin importar si corres para entrenar o en una competencia, debes comenzar realizando al menos 10 minutos de calentamiento: camina y corre lento. Esto te ayudará a preparar tu cuerpo para el ejercicio, aumentando el flujo sanguíneo y la temperatura de tus músculos centrales. También es recomendable que lo hagas al finalizar, para enfriar adecuadamente.
#4 Usa los tenis adecuados
Para prevenir sufrir una lesión es importante que uses el calzado adecuado. Éste debe permitir que tu talón quede ajustado, pero no apretado, que el empeine esté cómodo y que tu pie tenga espacio suficiente para moverse sin problemas. También es recomendable que el calzado sea de un material que permita su flexión en cualquier punto, para mantener el movimiento natural.
#5 Duerme bien (y de más)
La falta de sueño tiene impacto negativo en tu entrenamiento, por eso es importante que duermas de 7 a 8 horas diariamente. De igual forma, es recomendable que duermas un minuto extra por cada kilómetro y medio que aumentas a la semana en tu entrenamiento.
#6 Entrena en la naturaleza
Correr sobre el pavimento daña las articulaciones, tendones, ligamentos y músculos. Lo mejor es que entrenes en espacios con pasto y tierra, lo que se conoce como superficies blandas. Tus pies y piernas sufrirán un impacto ligero y al mismo tiempo incrementarán su resistencia.
#7 Come después de correr
La recomendación es que consumas una comida o una bebida que combine carbohidratos y proteínas dentro de los 30 a 60 minutos después de que terminaste de correr. Así reemplazarás el glucógeno muscular debilitado, reparando y fortaleciendo los músculos.
#8 Descansa un día
Tómate al menos un día de entrenamiento fácil después de cada jornada complicada (como una carrera larga). Eso significa que puedes correr lento o incluso no hacer ningun tipo de ejercicio. Así tu cuerpo descansará y repondrá para soportar más kilómetros sin sufrir lesiones.
#9 Haz otro ejercicio
Los buenos corredores acondicionan todo su cuerpo. Hacer flexiones de brazo, abdominales y sentadillas te ayudará a impulsar la fuerza de tus piernas y por lo tanto a correr mejor. Mantente alejado de las pesas, Pilates, Yoga y ejercicios de escalada, ya que no se recomiendan.
#10 Sigue tu ritmo
Compararte con otras corredoras puede frustrarte si sientes que no estás al mismo nivel. ¡No lo hagas! Lo mejor es que cuando corras sigas tu paso (y las marcas que tienes en tu entrenamiento); no te sientas mal por “hacerte a un lado” cuando alguien pase al lado de ti más rápido. Con constancia pronto aumentarás tu velocidad de manera segura.
Recuerda que para ser una corredora exitosa y sana lo primero que debes hacer es cuidar tus pies (y el resto de tu cuerpo), porque si éstos fallan entonces sí, la meta puede ser más complicada de lograr.
Fuente: IMujer.com